Lenguaje sencillo

Si quieres que te cuente mi verdad, no sé por dónde comenzar. Lo mío no es absoluto y está muy subjetivizado. Mi verdad no es la verdad, es apenas una aldea dentro del orbe. Dices que no tengo qué decir, pero tampoco das lugar a que yo pueda explayarme a mis anchas con todo lo que podría compartir contigo. A veces pienso que no hay necesidad de llegar hasta las lágrimas de tus ojos, porque aunque haga lo mejor por evitarlo, sé que un día llorarás y yo me sentiré culpable de no saber cómo tratarte. Hoy hay un silencio que llena tus rincones y te intriga, pero llegará el momento en que no quieras escucharme ya, y me dirás que mejor es el silencio cuando sepas que yo no sé callar.

Las palabras no tienen retorno; pensar es un arte poco practicado. Yo hablo demasiado, pero aprendí a pensar casi cada una de mis palabras. Me dirás que suelo ser demasiado misterioso y que fuera mejor hablar un sencillo lenguaje, sin disfrazar la ignorancia de elocuencia, sin buscar neologismos cuando sobran términos en el diccionario por conocer y alcanza con saber usar las pocas palabras que sabemos conjugar. Ahora dices que eso no te importa, pero los días cambian, los sentimientos también; las miradas también; y los matices de tu voz no volverán a ser los mismos que hoy me seducen, porque esa es tu presente intención. Tú crees que no me doy cuenta. Yo te hago creer que me resultas indiferente.

Yo sé que quieres radicarte en el centro de mis dilemas y que vivirás allí hasta conseguir la nacionalidad. Tu corazón galopa y te sabes aludida aunque luego digas que no estás al tanto de lo que nos une y pretendes que yo te lleve a descubrir el mundo que ya dibujas cada noche en ilusiones para luego transitarlo en tus sueños. Alguna calle que todavía no has nombrado es en la que anhelas que caminemos de la mano.

No consideras que también hay un clima que no será como vacaciones de verano del rincón ideal. No anticipas las tormentas y las temporadas en que las hojas secas llenen esas plazas que hoy son nuestra primavera. Y si digo todo lo que sé que llegará, temerás iniciar el camino que he intentado conocer para que no tropieces y llegues a desear quedarte tendida en el camino. Yo también suelo asustarme y hasta hubo momentos en que pensé que no tiene sentido emprender el viaje, pero entonces me encuentro con el amanecer de tus ojos y sé que todo estará bien y que el sol siempre brillará en nuestra historia.

© 22/01/12 MJP, Bariloche – Argentina