Esta nota está escrita como apología del oficio periodístico de Jorge Lanata y pretende ridiculizar a todos los funcionarios involucrados en la perorata pedorrista del operador mediático que embistió salvaje e impunemente en contra de un niño de 11 años por el sólo crimen de expresar éste su pensamiento político. Parece los manotazos que da un ahogado y debiera entenderse que el nivel de agravio en contra del menor y su familia fue directo y personalizado, utilizando un medio masivo de comunicación que repercute en todo el territorio argentino. Lanata, a través de la radio y la televisión llamó al niño que emitió su opinión Casey Goebbels, cayendo en un nivel de grosería y virulencia sin precedentes. En esta nota se intenta defender la libre expresión del pedorrista más famoso de la televisión argentina, el cual hace cualquier cosa menos periodismo, pero se omitió el detalle de primar el derecho individual de un niño a expresarse libremente sin que haya que disciplinarlo como se lo hizo en un vergonzante acto por parte de los opositores a todo lo que hace el gobierno. Por otro lado, a nadie le consta que el pensamiento del niño responda a un plan sistemático del Gobierno Nacional que pueda igualárselo a lo hecho por la Gestapo. Pero a este tipo de medios, ningún razonamiento les sirve como para entender que rayan lo ridículo con sus planteos. Y esta apología del macabro oficio de Lanata, termina siendo todo un documento que demuestra el grado de cinismo del showman dominical, porque aunque la redacción de la nota termina hasta burlándose del niño una vez más, su contenido tiene claras referencias al desequilibrio mental del agresor más descarado que goza de impunidad gracias a refugiarse detrás de la noble profesión del periodismo. Podrán los funcionarios con sus lujosas vidas faltar el respeto a los niños, de acuerdo a la concepción del pedorrista en su auto-defensa, pero con ese criterio también él ofende con el dinero que cobra del Grupo Clarín a la dignidad de los que menos tienen, pero lo gravísimo del caso es haber embestido en contra del buen nombre de un niño en particular, dirigiendo su acostumbrada operación antigobierno en la indefensa persona de un menor de edad. Claro, Lanata que denosta el adoctrinamiento ejercido por los padres de Casey, pretende que el niño se dedique a mirar Disney, lo que sería el típico adoctrinamiento de la cultura imperialista que lleva a canales como el 13 a emitir continuamente películas estadounidenses que son sin ningún cuestionamiento parte de un programa propagandístico imperial. Quizá a eso responda la supuesta corrección de la desubicada conducta de un niño al que se le ocurrió pensar.
Niño de 11 años que tiene ideas muy claras respecto a la política
Una funcionaria citó a Jorge Lanata por «violar los derechos» del niño kirchnerista
El periodista acusó al Gobierno de crear una Gestapo del pensamiento y avisó que no irá a la citación de Cynthia Ottaviano, Defensora del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, porque es una «analfabeta en su función»
«El Gobierno montó una Gestapo del pensamiento, o de lo que ellos creen que es políticamente correcto. Puedo estar equivocado, pero no voy a permitir que el Estado me obligue a pensar de una manera o de otra», dijo Lanata en su programa matinal por Radio Mitre. El periodista dedicó su editorial a fustigar al oficialismo que busca censurarlo y hasta procesarlo por sus dichos sobre Casey Wander, el niño de 11 años que sorprendió por su kirchnerismo precoz, expresado con llamativa elocuencia cuando fue reporteado por un movilero durante un acto de homenaje a Néstor Kirchner.
«Un gobierno que es directo responsable de que la mitad de los chicos no termine el secundario, me acusa a mí de no respetar los derechos de los niños. Estamos todos locos. Tanta hipocresía da asco», se indignó Lanata.
«AVISO A LA SRA. OTTAVIANO QUE NO VOY A IR A SU CITACIÓN. NO LE RECONOZCO AUTORIDAD, ES ANALFABETA EN SU FUNCIÓN»
Blanco especial de sus críticas fue la funcionaria que lo citó para que dé explicaciones por sus dichos: «(Cynthia Ottaviano) dice que (mi opinión sobre Casey) viola le ley de protección integral de protección de niños, niñas y adolescentes. Aviso a la Sra. Ottaviano que no voy a ir a su citación. Si ella quiere que vaya, que me mande la fuerza pública y un patrullero. No le reconozco autoridad, no está técnicamente capacitada para ocupar ese cargo, llegó en paracaídas, es analfabeta en su función».
Pero también mencionó a Gabriel Lerner, el secretario nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, a quien trató de «súbdito de Alicia Kirchner». «En un comunicado dice que yo creo que los niños no son ciudadanos y que yo los denigro y humillo y me sugiere respetarlos», dijo.
Apuntó además contra Aníbal Fernández, que reprodujo el comunicado de Lerner en su blog. Pero su mayor enojo lo reservó para Aníbal Ibarra, ex jefe de Gobierno porteño: «La frutilla del postre fue Aníbal Ibarra, intendente de Buenos Aires durante la masacre de Cromañón, responsable político de la muerte de 194 niños, inexplicablemente en libertad, que me acusa de violar la ley 114 de la ciudad».
«SON USTEDES LOS QUE LE FALTAN EL RESPETO A LOS NIÑOS, LOS QUE LES MIENTEN, LOS QUE LES QUITAN LOS RECURSOS DEL ESTADO, CON SUS 4X4, SUS COUNTRIES, SUS CUENTAS EN EL EXTERIOR»
Lanata leyó entonces un párrafo de esa ley –que obliga a «proveer a los niños todas las oportunidades para su desarrollo físico, psíquico, moral, espiritual y social, en condiciones de libertad, igualdad y dignidad»- para destacar la falta de autoridad de quienes lo criticaron. «Yo les pregunto, señores Ottaviano, Lerner, Fernández e Ibarra, encargados de hacer cumplir estas leyes, ¿nuestros niños tienen eso? Señores del Gobierno: según la Cepal y Unicef, casi el 63% de los niños y adolescentes de la región sufre algún tipo de pobreza, (…) el embarazo adolescente representa el 15% de los nacimientos en Argentina, hay maltrato en la mayoría de las cárceles de menores del país», dijo Lanata que siguió enumerando otros incumplimientos de lo que dice la ley respecto a los menores.
Y acusó: «Son ustedes los que le faltan el respeto a los niños, los que les mienten, los que les niegan la posibilidad de un futuro, los que les quitan los recursos del Estado, con sus 4×4, sus casas en countries, sus cuentas en el exterior».
Lanata no dio el brazo a torcer en lo que concierne a su opinión sobre el niño kirchnerista, cuya conducta atribuyó al fanatismo de sus padres: «Le lavaron el cerebro. Se nota en sus afirmaciones. Nunca duda. Declama. Se comporta como el perro de Pavlov cuando tocaban el timbre. Lo lamento por él. Puedo aceptar que sus padres sean fanáticos perdidos, pero no puedo aceptar que el Estado sea un fanático perdido y trate de impedirme pensar en libertad. No lo voy a permitir y estoy dispuesto a enfrentar la consecuencia que sea, para defender lo que pienso».
SU DESEO DE UN «KIRCHNERISMO ETERNO» CONVIRTIÓ AL PEQUEÑO WANDER EN UN NUEVO ÍCONO OFICIAL
Desde el pasado 27 de octubre, 4º aniversario de la muerte de Néstor Kirchner, Casey Wander, de 11 años, se convirtió en un nuevo portaestandarte kirchnerista y la Presidente expresó su deseo de conocer al pequeño que se declara fanático de su fallecido esposo. Una sorpresiva internación le impidió concretar de momento el encuentro.
El niño kirchnerista sorprende por su facilidad de palabra y el modo categórico y enfático con el cual expresa sus convicciones; dos rasgos que lo vuelven obviamente muy simpático al oficialismo. Pero fue sobre todo sus votos por un país eternamente gobernado por el kirchnerismo lo que hizo de Casey un nuevo ícono oficial.
Quizá eso explique el celo algo desmedido con el cual han salido en defensa de derechos supuestamente violados. Al punto de pretender judicializar las opiniones de un periodista. Una diputada kirchnerista llegó a acusar a Lanata de haber ejercido violencia contra el pequeño por sus comentarios: «Aunque ya estamos acostumbrados al inusitado nivel de virulencia de los ataques de Jorge Lanata, hoy nos llama la atención el ejercicio de violencia contra un menor», fueron las palabras de Mara Brawer, diputada del FPV.
En cuanto al secretario Lerner, alguien debería aclararle que, si bien Casey tiene derechos como todo niño, no es ciudadano. Lo será al cumplir los 18 (o 16 según la última reforma oficial que rebajó la edad de voto), ya que las leyes consideran ciudadano a la persona sujeto de derechos políticos. Y de deberes y obligaciones.
Posiblemente el propio Casey Wander se lo podría explicar con claridad.
Fuente: Infobae
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