Hoy en las efemérides del día, mi país recuerda el triunfo electoral de un personaje bastante sombrío (en el sentido de lo poco que se sabe sobre él; no referido a su reputación). Esta etapa de la vida argentina es una de las grandes incógnitas de mi propio conocimiento de la historia de mi país. A nivel escolar, el período comprendido entre la década del ’50 y el presente, parecía obviarse casi por completo. La tenebrosa década del ’70 era un misterio sobre el que daba la impresión de que no quería hablarse. Ya muy recientemente, acceso a esos días, si bien todavía quedan muchas manchas de desconocimiento. El Peronismo estaba proscripto desde que el mismo Juan Domingo Perón había sido derrocado en 1955. Héctor J. Cámpora pudo recién en 1973 formar parte como parte del Justicialismo de las elecciones presidenciales en las cuales venció con casi un 50 % de los votos un 11 de marzo de 1973.
Una vez asumido su mandato, todo se enfocó hacia la vuelta al poder de Perón. Argentina era un hervidero de sangre y torturas que, llegó a su clímax con la instauración de la última dictadura militar de nuestro país entre 1976 y 1983. Esto se dio por la muerte de Perón y la frágil continuidad en el poder de su viuda. Revisando la historia, el Peronismo significó en Argentina un movimiento dignificador de la clase trabajadora. Sobre Perón también tengo esos enigmas sobre lo que fue su vida y su ideología. Se me hace que su liderazgo es hoy reconocido principalmente por el carisma y el activismo humanitario de su esposa Eva Duarte. Pero de Cámpora cuánto menos sabemos en general. Consulté el diccionario y menciona detalles como su profesión, odontólogo, y su muerte en el exilio, en 1980.
Sin embargo, en nuestros días, su nombre ha cobrado mucha fama a partir de un movimiento juvenil al que los medios ultraopositores y progolpistas como Clarín y La Nación, continuamente demonizan. Aquel día de 1973 en que venció la el Frejuli, la fórmula estaba conformada por Cámpora y Solano Lima. También el nombre de este compañero de aquella fórmula ganadora está en boca de militantes políticos, aunque de una ideología totalmente opuesta a la que llevó al Frejuli a la victoria. La misma viuda de Solano Lima cuestionó seriamente el uso que se ha hecho del nombre de su finado esposo para dar entidad a jóvenes del PRO.
Es notorio hoy cómo los medios masivos de información, esa hegemonía mediática tan perversa que se ocupa del derecho del pueblo a la información, ataca sistemáticamente a los jóvenes de la Cámpora como si fueran mafiosos terribles; claro que esos mismos medios son todo un boletín oficial del ultraderechista delincuente que oficia de Alcalde de la ciudad de Buenos Aires y por lo tanto, toda mención a la Solano Lima siempre tendrá tintes de adulación. A los diarios hegemónicos, lo que les ofusca es que los jóvenes activen en la vida política que antes estaba confinada a la elite masónica que destruyó al país con su avaricia y mezquindad.
Precisamente, son esos mismos medios los que intentan que la historia la conozcamos de acuerdo a su propio relato, en el que todos los peronistas fueron montoneros (guerrilleros revolucionarios) y donde los genocidas de la Dictadura fueron hombres decentes. Nunca van a reconocer que son traidores a la patria por su sumisión a los preceptos imperialistas de un plan sistemático orquestado y dirigido desde el país más perverso del orbe. De a poco, no obstante, vamos conociendo quién ha sido quién en nuestra historia.
©11/03/2013 MJP – San Carlos de Bariloche, Argentina
La Voz de Bariloche 
Comentarios recientes